FILAS DE VEHÍCULOS Y FAMILIAS COMPLETAS
Y ocurrió lo que tenía que pasar. Tal cual anticiparon los astrónomos y especialistas en la materia, eran las 15.30 horas, y ya se notaba cómo el eclipse solar iba tomando forma. Lo que venía después, era simplemente una verdadera fiesta de la naturaleza. Sólo había que disfrutarla.
Para no perderse detalle, familias completas llegaron -con picoteo incluido- hasta la cúspide del cerro La Virgen, pero también subieron: profesores, escolares, fotógrafos, adultos mayores, universitarios y amantes de la Astronomía. Todos fascinados con el cielo despejado y agradable temperatura.
Pasaban los minutos y se escuchaban gritos de alegría, de asombro y uno que otro “wuau”, por lo que observaban gracias a los lentes especiales. El eclipse solar parcial -para la Región del Maule- se veía clarito. Un evento único y que emocionó a muchos.
De hecho hubo personas que se emocionaron hasta las lágrimas por tal evento astronómico.
De diversas formas la gente se dispuso solo a disfrutar sin importar si es que a esa hora debía estar en su trabajo, en su colegio o realizando alguna actividad cotidiana.
Lo importante era vivirlo en primera persona porque lógicamente este tipo de hechos, no ocurre a diario.
Fuente: Diario El Centro