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11/08/2022FUENTE : REVISTA MUNDOAGRO
La crisis climática mundial, cuenta con la evidencia científica suficiente para que los estados puedan tomar decisiones y diseñar políticas públicas para adaptarse a este fenómeno. Distintos estudios, pronostican que para el 2050 la población mundial crecerá a 10.000 millones de habitantes. Este incremento poblacional se traducirá en un aumento del consumo energético superior al 70% al 2040 y se deberá intensificar la producción de alimentos y, por ende, el consumo de agua.
A nivel país, el sector agrícola es el mayor demandante de agua alcanzando un 72%, mientras que el consumo de agua potable, el consumo industrial y uso minero representan un 12%, 7% y 4%, respectivamente, del consumo global. El 5% faltante está asociado a las actividades pecuarias y al uso consuntivo para la generación de energía eléctrica.
Si analizamos la actividad agrícola, la forma “tradicional” de riego es por tendido o inundación, lo cual, tiene una eficiencia del orden del 30%. En un contexto de crisis climática y escasez de recurso hídrico, la agricultura se enfrenta a un escenario complejo que los obliga a tomar decisiones drásticas con mayor premura, de modo de introducir tecnología, automatización y control de procesos. Hace más de dos décadas se inició en Chile la incorporación de riego tecnificado, alcanzado una eficiencia del 75% para riego por aspersión y sobre un 90% para el riego por goteo. Este tipo de tecnologías se puede implementar en diversos cultivos.
Pero esto no significa que los desafíos para el agro ya están resueltos, pues este tipo de sistemas no están en todo nuestro país. Por ello, es necesario enfatizar el uso de tecnologías y hablar de innovación para el sector, de modo de avanzar en la disminución de agua por hectárea producida y bajar los consumos energéticos, aumentando la productividad de alimentos para satisfacer a una población mundial en crecimiento.
Es hora de una revolución tecnológica -uso de sensores de humedad y meteorológicos, automatización y control de apertura de válvulas y bombas, reúso y búsqueda de nuevas fuentes hídricas, captura de humedad ambiental, etc.- que transite hacia una nueva etapa, donde la transformación digital de los procesos sea la base de nuevos tipos de trabajo de mayor valor agregado.
El agua es esencial para la vida y para el desarrollo de cualquier actividad productiva, por ello, se requiere que nuestro país avance en la implementación y operación de modelos de gestión hídrica eficientes, abordando la oferta y demanda por el recurso hídrico a nivel de cuencas y subcuencas, de modo de hacer una asignación eficiente. Se debe avanzar en la seguridad hídrica del país y la calidad del agua y ecosistemas relacionados. Una adecuada gestión hídrica, permitirá asegurar el caudal ecológico que permita mantener los servicios ecosistémicos de las cuencas hidrográficas y asegurar el recurso para el desarrollo de la población humana y la actividad productiva.