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01/08/2019En el contexto del Día del Campesino, el secretario de Estados se refirió a diferentes asuntos de relevancia para el agro , los cuales pasan por mejorar la calidad de vida de quienes se desempeñan en este sector productivo
La dignificación del trabajador agrícola a través del cumplimiento de las buenas prácticas laborales, el desarrollo de una política nacional de desarrollo rural, promoción del cooperativismo y la asociatividad, así como la modernización de la agricultura chilena, son los puntos fundamentales que, desde el Ministerio de Agricultura, se pretenden implementar a favor del mundo campesino.
En la previa del Día del Campesino que se celebrará hoy en Talca, con la presencia del Presidente de la República, Sebastián Piñera, Diario El Centro dialogó ayer con Antonio Walker, ministro de Agricultura, para temas claves y la contingencia.
Teniendo en cuenta que en el Maule suman más de 32 mil pequeños campesinos. ¿Cuánto se ha hecho para potenciar la agricultura familiar campesina?
“En el corazón del Ministerio de Agricultura está la agricultura familiar campesina. El 70% de los recursos del Ministerio de Agricultura es para atender a la agricultura familiar campesina. ¿Y cómo lo entendemos? Tenemos a Indap, que es uno de nuestros 12 servicio que está encargado de trabajar con la agricultura familiar campesina, con un presupuesto de 500 millones de dólares para financiamiento, asesoría técnica, programas y ayudas para que puedan vender sus productos. Precisamente para estos fines, Indap fundó en su institución el departamento de venta de los productos agrícolas”.
¿Que se ha hecho desde el Gobierno para igualar el nivel de vida del campo con la ciudad?
“Tenemos un eje en el ministerio basado en la creación de una Política Nacional de Desarrollo Rural, la cual tiene que ver con estrechar la brecha ente el mundo urbano y el rural, para mejorar la calidad de vida de las personas que viven en zonas rurales.
Hemos creado un comité interministerial que está conformado por 14 ministerios y que va en dirección de atender al mundo rural, con el objeto de que un niño que nace en el campo, tengas las mismas oportunidades que un niño que nace en Santiago. Este comité interministerial es para coordinar la atención del Ministerio de Obras Públicas, de Salud, de Vivienda y de Educación, todo para el mundo rural”.
¿De qué forma se busca mejorar la calidad de vida de tantos jóvenes que viven en el mundo rural, para evitar su éxodo a las ciudades?
“Uno de los ejes del Ministerio es precisamente la modernización. La idea es modernizar la agricultura chilena, con el objeto de incorporarle nuevas tecnologías, por la preferencia de los jóvenes por procesos productivos más ajustados a la realidad actual.
Es por ello que queremos tener una ‘Agricultura 2.0’, es decir, una agricultura que se maneje mediante instrumentos electrónicos y programas computacionales, por ejemplo, con sensores para leer la humedad y fijar la magnitud del riego.
No queremos retener a los jóvenes en el campo, ojalá que los jóvenes puedan estudiar en las universidades, pueda hacer su postgrado, puedan salir al mundo, pero que escojan volver a sus raíces, para vincularse con una agricultura moderna y tecnologizada.
Creemos que esa es la mejor forma de atraer a los jóvenes al campo, con una agricultura atractiva, desde el punto de vista tecnológico, automatizada y mecanizada, entre otras características”.
¿Cómo se pretende aumentar la seguridad de riego y la disponibilidad de agua para que los agricultores, en especial, los pequeños? ¿Y qué se está haciendo para poner a disposición de los agricultores los recursos que les permitan ser más eficientes en el uso del agua?
“Estamos trabajando en cuatro temas. El primero, con las grandes obras de riego. Por eso, hemos priorizado la construcción de 26 embalses a lo largo y ancho de todo Chile. Segundo, la ocupación de la técnica de infiltrar acuíferos, porque Chile tiene mil 500 ríos y 104 cuencas soterradas, donde podemos hacer esta extracción.
En tercer lugar, tenemos que seguir tecnificando. Solamente un tercio de riego de Chile es tecnificado. Y, en último lugar tenemos que mirar el mar, para ver la técnica de desalar su agua, para que nos ayude al consumo humano, para la minería y la agricultura.
Para estos fines, la Comisión Nacional de Riego cuenta con un presupuesto de 67 mil millones de pesos. Tecnificamos 15 mil hectáreas el año pasado y, este año, lo vamos aumentar. Gracias a la unión que hemos hecho con los gobiernos regionales, en todo el país, este presupuesto lo hemos incrementado a 83 mil millones de pesos, con el objeto de tecnificar la mayor cantidad de áreas posibles anualmente”.
Su ministerio ha enarbolado la bandera de la asociatividad y el cooperativismo ¿Cuánto se ha avanzado en este aspecto desde que este Gobierno asumió el pasado año?
“La asociatividad es otro de los ejes del Ministerio de Agricultura. En Chile tenemos 300 mil agricultores. De ellos, un 92% son pequeños y, lo que nosotros queremos, es hacer del productor chiquitito uno grande, porque este partido se gana en equipo.
Queremos hacer grupos de transferencia tecnológica, cooperativas modernas y alianzas productivas, para que la agricultura familiar campesina también pueda producir, procesar y vender sus productos.
Ya tenemos listo el modelo de cooperativas modernas, para presentarlo a los agricultores y, de esta forma, el que quiera formar una cooperativa, va a tener una asesoría desde el Ministerio de Agricultura. Este modelo es el mismo que ha ocupado en Holanda y Nueva Zelandia, con el cual queremos romper el individualismo del agricultor.
Tenemos muy buenos ejemplos de cooperativas en el Maule y, además de crear el modelo, estamos formulando los instrumentos financieros para apoyar a los agricultores que quieran asociarse. Se han formado 40 cooperativas en los últimos meses, cuando –históricamente- se iban formando de tres a cuatro cooperativas al año”.
¿Cuánto puede beneficiar a los pequeños agricultores de la región el hecho que el país se sume al acuerdo del TTP-11?
“Sería el tratado número 26 de libre comercio que firmaría Chile. Los anteriores han sido claves para el desarrollo de la agricultura chilena. Esos tratados fueron los que nos abrieron las puertas al mundo y han hecho que Chile pueda exportar 24 mil millones de dólares en alimentos.
También han permitido otorgar empleo a más de 800 mil personas, impulsando -junto con el esfuerzo del emprendedor agrícola, más el respeto por la propiedad privada- este tremendo desarrollo que ha tenido la agricultura chilena en la exportación de fruta fresca, fruta seca, berries, vino y carnes.
El tratado TTP-11 es muy importante, porque representan a 11 países con 500 millones de consumidores, con un ingreso per cápita de 30 mil dólares, donde se van a agregar 3 mil 100 productos con mejores condiciones arancelarias para nuestro país”.
En la actualidad, la superficie agrícola cercana a las ciudades está siendo loteada por el avance del sector inmobiliario, reduciendo el espacio para fines productivos. ¿Qué medidas se están adoptando desde su ministerio para frenar la disminución de predios agrícolas que pasan a una función inmobiliaria?
“Lo primero es no permitir los loteos que están fuera de la ley. Hemos detectado muchas anomalías en el cumplimiento de la ley y de la normativa que regula estos loteos agrícolas. Luego -a través de SAG- se debe supervisar con mucha atención cuando se otorgan los cambios del uso de suelo, porque tenemos que hacer estos loteos de acuerdo a la ley vigente. Estamos cuidando los suelos, principalmente de clase 1, 2 y 3, para resguardar los suelos productivos de Chile”.
Fuente: Diario El Centro