Adaptaciones productivas al cambio climático en el nogal moderno
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05/01/2023FUENTE : REVISTA MUNDOAGRO
Un suelo fértil, con una buena calidad biológica, física y química es la base de una producción orgánica exitosa. La fertilidad se genera y sostiene a través de prácticas que promuevan la vida en el suelo del huerto, como la aplicación de compost y la siembra de cubiertas vegetales. La vida del suelo consiste de una red trófica d-e micro, meso y macroorganismos, — es decir bacterias, hongos, nematodos, colémbolos, ácaros, lombrices, insectos, etc. — qué transforman los residuos y abonos orgánicos en nutrientes disponibles para las plantas. En el mismo tiempo, este proceso contribuye a mejorar la porosidad y estabilidad del suelo a través de la formación de humus estable, la formación de hyphas (en el caso de hongos) y la excreción de sustancias orgánicas.
El manejo orgánico requiere de prácticas que eviten la pérdida y promuevan el reciclaje del humus y los nutrientes. El objetivo es minimizar la necesidad de adquirir insumos externos, optimizando y restituyendo los nutrientes perdidos en el sistema, por ejemplo, a través del reciclaje de nutrientes a través del compost y adecuando la fertilización a la demanda de las plantas. Labores en el suelo como la labranza y el desmalezado aceleran la mineralización y pérdida del humus. Esta pérdida aumenta a medida que la intervención en el suelo es mayor, por lo cual se recomienda minimizar estas labores.
En los sistemas orgánicos, en general el nitrógeno el nutriente más escaso y difícil de mantener dentro del sistema debido a su alta movilidad. Prácticas que eviten la pérdida por la mineralización acelerada y fomenten el reciclaje de nutrientes incluyen: una fertilización balanceada, la siembra de cubiertas vegetales y el compostaje e incorporación de todos los restos vegetales (de la poda, cosecha, cortes de cubiertas vegetales).
MANEJO NUTRICIONAL DEL NOGAL
La base de la nutrición de las plantas en sistemas orgánicos es la mineralización de la materia orgánica del suelo a través de los microorganismos del suelo. Además, estos organismos están involucrados en la disolución de minerales en la roca parental y, por ejemplo, en el caso de los Rhizobios, estos realizan la fijación de nitrógeno del aire. La actividad biológica del suelo depende de la disponibilidad de materia orgánica, humedad y la temperatura del suelo. En general, en huertos con varios años de manejo orgánico, se encuentra una vida de suelo suficientemente activa. En huertos recién convertidos a un manejo orgánico, se podrá acelerar la actividad biológica, inoculando micro organismos a través de aplicaciones de té de compost, entre otras.
Para determinar las cantidades de diferentes enmiendas orgánicas que debemos aplicar anualmente en nogales, y las necesidades de complementar con otros fertilizantes, se deben considerar los siguientes cuatro aspectos, de preferencia en su conjunto:
1. Observación de los árboles
La revisión del desarrollo vegetativo, color de las hojas y la presencia de patrones de síntomas típicos de deficiencias o daños por toxicidad, como también los resultados de la cosecha, entregan información importante para monitorear si el manejo actual está generando los resultados esperados o existe la necesidad de adecuar el manejo.
2. Análisis foliares
Se realizan anualmente, en el mes de enero o febrero, ya que en el verano el contenido de los nutrientes de las hojas demuestra menor variabilidad. Comparando los resultados entregados por el laboratorio con valores de referencia para nogal se puede detectar deficiencias o sobreoferta de nutrientes. Además, la comparación de resultados de varios años del mismo huerto permite visualizar tendencias. Cabe señalar que los valores de referencia disponibles en Chile suelen basarse en datos del extranjero. Idealmente, se debe generar un conjunto de valores de referencia específico para la zona, tipo de suelo, manejo (convencional u orgánico) y variedad. Por lo anterior, se requiere contrastar la interpretación de los valores entregados por el laboratorio con los resultados de las observaciones en terreno, los rendimientos obtenidos y los resultados de análisis foliares de años previos. Asimismo, al revisar los datos de un año particular, se deben tomar en cuenta los factores que pueden estar influenciando los resultados, como por ejemplo el estrés hídrico.
3. Análisis de suelo
En huertos establecidos se recomienda realizar cada tres años en otoño un análisis de las características químicas del suelo. Los resultados del análisis químico entregan información sobre la disponibilidad de nutrientes, la cual depende de las características físicas y, sobre todo en sistemas orgánicos, de la actividad biológica del suelo.
4. Requerimientos nutricionales de las plantas
El manejo orgánico apunta a la nutrición balanceada de las plantas, evitando no solo una fertilización deficiente sino también una sobrefertilización. Ambas situaciones fomentan la susceptibilidad a plagas y enfermedades. Además, se debe evitar la sobrefertilización, sobre todo con fuentes con alto contenido de nitrógeno o fosforo, ya que pueden contaminar el agua subterránea y superficial. Una nutrición balanceada requiere del conocimiento de la demanda de nutrientes del árbol para la formación de hojas, renovación de raíces, renovación de madera y formación de flores y frutos. Es importante considerar que la demanda nutricional del árbol depende del rendimiento esperado, la eficiencia del fertilizante a utilizar y la capacidad del suelo para retener y liberar los nutrientes. Los datos de la extracción de nutrientes del árbol de nogal entregan una primera aproximación de la cantidad de macronutrientes, que se deben adicionar para mantener la fertilidad del suelo. En un huerto orgánico, en el cual idealmente se reciclan los residuos vegetales, la principal salida de nutrientes del sistema es a través de la cosecha de las nueces.
Adicionalmente, se debe considerar que, en sistemas de frutales perennes, parte de los nutrientes son almacenados en la madera y raíces de los árboles. Bajo las condiciones de California, EEUU, se estima que se necesita 17 kg/ha nitrógeno para la formación de madera nueva (UC Davis, 2021). Este valor se aumenta en árboles que todavía están en fase de formación y depende de la densidad de plantación.
PRINCIPALES NUTRIENTES Y POSIBLES FUENTES
● Nitrógeno
Importancia: En el nogal el inicio de crecimiento vegetativo coincide con el periodo de floración y cuaja del fruto, que provoca una alta demanda de nitrógeno durante la primavera. Las reservas generadas en la temporada anterior son la principal fuente de nitrógeno en esta época. Por lo anterior, resulta clave la disponibilidad de nitrógeno en el suelo durante el periodo al final de verano antes de la cosecha cuando las raíces todavía están activas y el árbol está formando sus reservas.
Fuente: Cubiertas vegetales de leguminosas, compost, vermicompost, estiércol de bovino y fertilizantes orgánicos comerciales autorizados como harinas de sangre, pescado, huesos, plumones, etc.
● Fósforo
Importancia: Nutriente poco móvil, el cual tiene que ser encontrado por las raíces. Existen dos momentos importantes en el que el árbol requiere de este nutriente, en el crecimiento radicular y en fructificación.
Fuente: Compost, roca fosfórica, harina de huesos.
● Potasio
Importancia: Tiene una importancia en el movimiento del agua en la planta, es un elemento relevante para la apertura estomática. Además, influye en la presión, turgencia y contenido de agua del fruto.
Fuente: Purines, estiércol, guano, sulfato de potasio y fertilizantes orgánicos comerciales como productos de algas.
● Calcio
Importancia: Alta extracción en desarrollo de fruto favoreciendo la asimilación y movilización de otros elementos.
Fuente: Abonos orgánicos, óxido de calcio, carbonato de calcio, cloruro de calcio, sulfato de calcio y yeso agrícola.
● Magnesio
Importancia: Elemento importante para la formación de la molécula de clorofila, a pesar de su baja extracción es un elemento sensible en los nogales ya que cumple una función importante en la concentración de fotosintatos y síntesis de proteínas.
Fuente: Sulfato de magnesio.
● Zinc
Importancia: Elemento importante en la composición de varias enzimas por lo que es fundamental en distintos procesos de la planta, como, por ejemplo, la floración.
Fuente: Sulfato de zinc.
● Azufre
Importancia: Corresponde a un elemento estructural en moléculas como aminoácidos y proteínas. Cumple una función importante en la síntesis de clorofila, aminoácidos y vitaminas.
Fuente: Estiércoles, azufre en polvo o elemental.
Las principales fuentes para la fertilización orgánica son los residuos agrícolas de origen animal y las cubiertas vegetales de especies de leguminosas, como alfalfa, tréboles, vicia, haba y arvejas. En primer lugar, se utilizarán los recursos producidos en el mismo predio. Predios sin componente animal, en general deben adquirir abonos y fertilizantes de otras empresas agrícolas o proveedores comerciales. Pero antes de la adquisición de cualquier insumo, es importante verificar su autorización para uso en la producción orgánica, con el ente certificadora. Para la certificación bajo la normativa chilena, el SAG publica una lista de “insumos visados para uso en agricultura orgánica nacional”, que se actualiza periódicamente y está disponible en su sitio web (https://www.sag.gob.cl/ambitos-de-accion/certificacion-de-productos-organicos; pestaña registros y listas).